8 de diciembre de 2013

El camino difícil

Lee Child, El camino difícil (2006)
RBA Libros, 2009

Jack Reacher responde al arquetipo del héroe best-seller de nuestro tiempo, un hermano mayor del actual James Bond al que no le interesa el glamour y que huye de las instituciones.

El camino difícil funciona como novela de detectives y también como relato de acción. Funciona y engancha porque Lee Child utiliza todos los recursos necesarios para crear un producto vendible, con una receta mil veces repetida.

Entre los méritos del relato, una trama criminal que sorprende al lector cuando precisamente cree que ya ha adivinado el truco, y la descripción exhaustiva de las calles, las viviendas y los modos de vida.

En lo negativo, el intento de crear un discurso político crítico bastante tramposo -no a las empresas de seguridad formadas por malvados mercenarios a los que contrata el gobierno... pero el ejército es bueno y honorable- y la insistencia en demostrar lo machote que es el protagonista, con frases repetidas que dan un poco de risa -en solo quince páginas se lee "Reacher, solo en la oscuridad""Solo en la oscuridad. Invencible""Reacher, solo en la oscuridad. Armado y peligroso. De regreso""Entonces esperó. Solo en la oscuridad", "Reacher, solo en la oscuridad. Por el camino difícil"-.

Seguramente, las novelas de Jack Reacher no pasarán al canon del género negro. Sin embargo, estoy convencido de que a Lee Child no le preocupa tanto eso como hacer caja con el personaje -eligió Child como seudónimo para aparecer en las estanterías entre R. Chandler y A. Christie-.

¿Mi conclusión? De vez en cuando, viene bien sucumbir a la tentación de los fast books.

Me recuerda a...
Juego de patriotas, de Tom Clancy (1987). Ambiente militar, escenas de acción, escritura eficaz y poco elegante. Libros de consumo para todos los públicos.

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